Oír, Ver y Entender

Oír, Ver y Entender

En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria. Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo. Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad. 11 Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas y sin morador, y no haya hombre en las casas, y la tierra esté hecha un desierto; 12 hasta que Jehová haya echado lejos a los hombres, y multiplicado los lugares abandonados en medio de la tierra. 13 Y si quedare aún en ella la décima parte, esta volverá a ser destruida; pero como el roble y la encina, que al ser cortados aún queda el tronco, así será el tronco, la simiente santa.

– Isaías 6:1-13

A través de la biblia vemos el pueblo de Israel no entendía las palabras de Dios, ellos tenían palabra por medio de profetas, señales y prodigios, pero aun con esto ellos no hacían caso, esto es muy similar a lo que pasa hoy en día, Dios nos habla por medio de su palabra, profecías, oración, etc. Pero la mayor de veces no hacemos caso y no alcanzamos a entender del todo que es lo que Dios quiere. Como consecuencia de esto el pueblo de Israel fue cautivo varias veces, por no hacer caso a las palabras de Dios.

Jesús nos dice en Mateo «Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.» Justo en esto es con lo que batallan la gran mayoría de los cristianos, su enfoque no esta del todo en Dios, tienen un pie en el mundo y el otro en la iglesia. Muchos que llevan años en el evangelio y no avanzan, no han logrado oír, ver y entender los planes de Dios en sus vidas. Por esta razón tenemos que estar completamente en sus caminos para lograr entender sus palabras.
La diferencia entre los que entienden y los que no es la disposición del corazón, por esto nuestra mente debe de estar enfocada en Él, debemos de confiar y Dios nos proveerá de entendimiento y sabiduría.

Veamos lo que dice Mateo 13

Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.

– Mateo 13:1-9

En esta parte se nos dice que Jesús comenzó a hablar muchas cosas por parábolas, una parábola es una narración breve que a través de símbolos expresan una enseñanza. A pesar que al pueblo de Israel se les había ya hablado de diferentes formas, y ahora Jesús les hablaba por parábolas y seguían sin entender, si recordamos a Jesús lo seguían demasiadas personas pero muchas de ellas no lo seguían por sus enseñanzas aunque muchos quedaban maravillados por estas, a el lo seguían mas por los milagros que hacia, y muestra de esto se vio en su crucifixión, de todos los que lo seguían fueron pocos por no decir nadie los que estuvieron con el hasta su muerte.

10 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas? 11 Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. 12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. 13 Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane. 16 Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 17 Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.

– Mateo 13:10-17

Solo pocos entendieron lo que Dios quiere para su pueblo, lo que decía la profecía de Isaías 56 » porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden», a nosotros los que hemos creído y tenemos nuestro enfoque en Dios se nos es dado a conocer esos misterios y tenemos nuestra visión enfocada porque oímos y entendemos lo que Dios quiere para nosotros. Debemos dejar de contaminar nuestro corazón con cosas del mundo para que no se engrose como lo dice Jesús haciendo referencia a su pueblo.

El no entender la palabra nos lleva cautivos, pero si entendemos y le permitimos que nos guie dice la palabra que somos bienaventurados, al oír, ver y entender por consecuencia vamos a producir frutos y si tenemos frutos produciremos obras. Tenemos que tener un cambio de urgencia buscar ese corazón conforme a Dios y no conforme al mundo, si tienes ministerios y dones tienes que empezar a trabajar en ellos.

Dice la biblia en Jeremías 33:3 que clamemos a Dios y Él nos responderá y nos enseñara lo que no conocemos. Dios nos quiere llevar mas allá de lo que nos podemos imaginar solo debemos estar dispuestos a escuchar su voz.

En Mateo 13:18-23 Jesús explica la parábola del sembrador.

18 Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: 19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. 20 Y el que fue sembrado en pedregales, este es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; 21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. 22 El que fue sembrado entre espinos, este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.

– Mateo13:18-23

La pregunta después de esto es: ¿Dónde esta cayendo tu semilla? ¿Hay frutos en tu vida?
Nuestra semilla debe de caer en buena tierra, debemos de ser como palmeras que a pesar de la tormenta no seamos movidos, nuestra raíz debe de estar bien arraigada. Pero muchas veces parece que nuestra semilla cae en mala tierra, ya que no retenemos la palabra, o es puro emocionalismo lo que tenemos en el momento.
Debemos oír, ver y entender la palabra, debemos ser esa buena tierra para que la palabra de Dios de fruto en nosotros.

Dios te bendiga, esperamos y sea de bendición este estudio para tu vida, para dudas o sugerencias comunícate con nosotros a través del siguiente correo: info@zamarpuertagrande.org

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